Para entender cómo desarrollar un social selling podemos utilizar de ejemplo la venta a través de una red profesional como LinkedIn, especialmente idónea para el B2B:
- El primer requisito sería crear o adaptar nuestro perfil en esta red a nuestro objetivo de crear y desarrollar relaciones profesionales para la venta, y alinearlo con la estrategia comercial de la empresa en la que trabajamos y su propio perfil corporativo en LinkedIn. Esto significa presentarnos como ofertantes de un producto o servicio alineados con lo que ofrece nuestra empresa, pero sobre todo, como expertos en el sector en el que trabajamos, y en lo que vendemos.
- En segundo lugar, tenemos que definir nuestro público objetivo (sector, tipología de empresa) y buscar contactos que se correspondan con el target para introducirlos en nuestra red de contactos.
- Del mismo modo, debemos entrar en grupos de discusión en los que se traten asuntos relacionados con el sector, producto o servicio de nuestros clientes, y también nuestros.
- Al mismo tiempo, debemos dar, de forma periódica y continuada, la imagen de expertos deseada para atraer la atención y generar la confianza necesaria en nuestro público objetivo. Para ello compartiremos información en nuestro muro y en grupos de discusión, donde intervendremos para opinar.
- Finalmente, seleccionaremos periódicamente perfiles con los que ya hemos intercambiado información en esos espacios, y por lo tanto, hemos establecido una relación de confianza, para contactar con ellos de forma más directa, profundizar en sus necesidades y aportarle, poco a poco, soluciones de negocio.
Este es un ejemplo de cómo el social selling puede ponerse en práctica en entornos B2B y como comentamos en un post anterior sobre venta a través de las redes sociales, aunque no tiene efectos inmediatos sí que es de gran utilidad para establecer relaciones comerciales que tengan resultado a largo plazo.
No hay ningún comentario todavía
Se el primero en comentar Click aquí