A nadie se le escapa que desde el inicio de la actual crisis económica, los sectores con más peso en la economÃa española y global, son también los que más han sufrido sus efectos. Es el caso de la industria automovilÃstica, que representa el 10% del PIB español, genera el 17,7% de las exportaciones y sostiene del orden de 300.000 empleos directos, según cifras del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). No en vano, España es el primer fabricante de vehÃculos industriales de Europa, y el segundo de vehÃculos comerciales.
Por lo tanto, es de vital importancia para la EconomÃa Nacional recuperar el tono en esta industria, de ahà que el Gobierno haya intervenido en repetidas ocasiones en los últimos años, para paliar los efectos de la crisis y reimpulsar la actividad en la misma. Pero ¿es eso suficiente? A todas luces, y aunque empiezan a verse sÃntomas de recuperación en el sector del automóvil, a las subvenciones y a la inyección de dinero público tendrán que acompañarle otras medidas como la reducción de costes, la mejora de la productividad y la competitividad (sobre todo al entrar en el escenario nuevos actores altamente competitivos como China).
RETOS
El primer reto al que se enfrentó el sector de la automoción con la crisis fue el descenso brutal de la demanda, que conllevó, entre otras cuestiones, enormes desajustes en los ciclos de producción, distribución y venta de vehÃculos. A su vez, esta situación, sumada al descenso de ingresos, generó un problema de liquidez acuciante, que hubiera sido mortal de no haber intervenido el Gobierno. Una ayuda que, por otra parte, no podÃa prolongarse eternamente, de ahà que el sector haya tenido que armarse de nuevas herramientas que le permitieran ahorrar costes en todos los procesos, además de ayudarle a realizar previsiones a corto plazo y a responder a una demanda cambiante.
En esa tarea, se han vuelto fundamentales herramientas como los ERPs, que permiten ahorrar costes al mejorar los procesos, tanto administrativos como de producción,  fabricación, almacenamiento, logÃstica y distribución. Gracias a la implantación de ERPs cada vez más potentes y rápidos la industria de automoción puede medir tiempos y efectividad en cada eslabón de la cadena productiva y logÃstica, mejorándola y reduciendo su coste.
El segundo reto, vinculado directamente al primero, ha sido realizar un análisis adecuado de la realidad interna y externa, es decir, del mercado y de los procesos. Por ese motivo, y dada la ingente cantidad de datos que debe manejar la industria, dotarse de herramientas de análisis es fundamental para una toma de decisiones rápida y ajustada a la realidad. El análisis de datos de un volumen y complejidad crecientes requiere de herramientas cada vez más dinámicas y solventes para tener información actualizada, planificar, proyectar y ejecutar de forma coordinada con equipos multidisciplinares. La inteligencia de negocio o BI ya no es una herramienta reservada a unas pocas industrias y se ha asentado también en sectores como el de la automoción.
Estos son algunos de los retos a los que se enfrenta el sector del automóvil, pero aún hay más, de ahà que la actualización en la adquisición y uso de herramientas de gestión y analÃtica sea una tarea que no admite discusión y es cada vez más urgente.
Continuará…
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