En 2020 la sociedad y el entorno de trabajo han cambiado de forma significativa y probablemente para siempre. Es importante observar con detalle el entorno para adaptarnos lo antes posible, de la adaptación a los cambios continuos y a la nueva normalidad depende el salir airosos de esta crisis.

Si somos sinceros, muchos de los cambios los veíamos venir y son la progresión natural de tendencias anteriores: el aumento del trabajo colaborativo, la dispersión del conocimiento, las barreras (geográficas, organizativas) entre los componentes de los equipos, la consistencia fluida de los proyectos (los equipos se forman y disuelven a gran velocidad) y el trasvase de conceptos desde el mundo del consumo al de la oficina son ideas que solo se han reforzado este año.

¿Qué era lo que no nos esperábamos? La pandemia provocada por la COVID-19.

El virus ha creado una crisis sin equivalencia desde la Segunda Guerra Mundial

A pesar de los avisos, de los precedentes, a pesar de conferencias como la de Bill Gates… El cambio que ha sido claramente disruptivo, por brusco e inesperado, es la aparición del Covid-19. Esa extraña cosa a medio camino entre ser vivo y sustancia que ha instaurado una crisis humanitaria, económica y social sin equivalencia desde la Segunda Guerra Mundial.

Nadie estaba preparado para un impacto de estas características. Celebrábamos los viajes asequibles a cualquier destino, el aumento de la movilidad y de los intercambios, la auténtica aldea global. Sencillamente no lo vimos llegar pero llegó, paralizando el mundo y agitándolo a la vez.

En estos momentos estamos en la fase de la supervivencia. Todas nuestras energías están puestas en el corto plazo. Sobrevivir como individuos y como organizaciones es fundamental ahora mismo. Evitar los contagios. Pero la urgencia de lo inmediato no puede hacernos perder de vista el objetivo a medio y largo plazo.

La llegada del Covid-19 nos sitúa en el punto donde lo digital es la nueva realidad en la que nos sentimos seguros porque garantiza nuestra supervivencia, pero en la que no estamos todavía preparados para realizar muchas de las actividades más comunes. Renunciar a la cercanía física y pasar de trabajar en un lugar centralizado a hacerlo en remoto ha sido un reto para muchas empresas, por no hablar de los problemas que plantea en las líneas de producción, el entretenimiento, la hostelería o la educación.

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En sectores como el tecnológico y el de la consultoría estamos acostumbrados a vivir sometidos a un cambio constante y a cuestionar las soluciones existentes, buscando soluciones innovadoras para los clientes que se anticipen a sus próximos retos. A menudo abordamos los proyectos con la ambición de que se puedan adaptar a problemas que aún no se han presentado.

Digitalizar las relaciones no quiere decir aumentar nuestro aislamiento

Las consecuencias de la pandemia eran impensables hace 6 meses, pero eso no implica que no dispongamos ya de mucha experiencia y tecnología que nos permiten redefinir el trabajo y cambiar la cultura de la organización para que esté alineada con las nuevas reglas del juego:

  • Idear nuevas maneras de colaborar en remoto: mejorando la comunicación y colaboración de los equipos, aumentando la disponibilidad de las aplicaciones, el acceso a la documentación y a las personas que crearon esos documentos… Esto afecta tanto a la forma de trabajar (cooperación, incentivos, cultura) como a la implementación de plataformas tecnológicas que permitan realizarlo. En Prodware no teníamos sitio fijo en la oficina y usamos Microsoft Teams para todos nuestros intercambios. Sin saberlo estábamos listos para trabajar de forma totalmente deslocalizada de un día para otro. Ahora ayudamos a nuestros clientes a completar esa transición.
  • Trabajar en digitalizar y automatizar los procesos: firma electrónica, entornos virtuales colaborativos, robótica, IoT, … Esto incluye aplicativos sencillos de desarrollar, con entornos visuales que puedan ser utilizados por los propios usuarios sin necesidad de conocimientos de programación. La llegada de estas soluciones “no code” ha supuesto una revolución que está por completarse. Muchas organizaciones se están beneficiando ya de estas soluciones, pero otras todavía no saben cómo dar el primer paso.

En Prodware ayudamos a nuestros clientes a completar la transición digital

  • Prepararnos para momentos de aislamiento y expansión que no afecten a nuestra capacidad productiva y a los servicios que prestamos. La computación en la nube y la capacidad de las redes de comunicación juegan un papel importante para los trabajadores del conocimiento, pero tenemos que seguir trabajando en optimizar las soluciones para los trabajadores de primera línea en sectores como el agrícola o el industrial donde es necesaria la presencia física. Soluciones como la la sensorización por IoT, robotización y automatización de los procesos van a aportar mucho valor.
  • El mismo efecto acordeón se refleja en el ámbito comercial, con las empresas preparándose para aunar los entornos de tiendas físicas y virtuales, y acelerando la digitalización de todos sus canales. La tendencia por acelerar implementaciones de plataformas comercio electrónico o de autoservicio de clientes es muy fuerte entre todas aquellas empresas que no disponían de ellas.
  • Redefinir la experiencia del cliente en los nuevos entornos que combinen sus diferentes itinerarios. Todavía vemos que hay poca comunicación con el cliente y mucha emisión unidireccional de mensajes, pocas empresas preguntan a sus clientes por sus experiencias en la nueva situación, este es un buen momento para analizar los puntos de fricción y eliminarlos. Para que todo esto funcione es fundamental apostar de una vez por la omnicanalidad, integrar todos los canales de comunicación con el cliente: llamadas, encuestas, redes sociales, campañas de marketing, etc.

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Hemos pasado juntos momentos muy duros. Hay que agradecer profundamente el esfuerzo a los sanitarios y a toda la cadena de bienes de primera necesidad: producción, logística y distribución. También hay que felicitar al sector de las telecomunicaciones que ha soportado aumentos bestiales de demanda sin grandes problemas. ¡Chapó por todos ellos! Cuando pase lo peor estaremos preparados para seguir trabajando y viviendo en la nueva realidad.

Prodware está ayudando a las empresas a prepararse ante los escenarios de recuperación y la nueva normalidad con iniciativas como Digital Boost en las que ofrecemos soluciones a los retos que plantea la nueva situación.

Puedes acceder al ciclo de webinars Pink Lemonade aquí.

María López Otero. Business Consultant en Prodware.