Ya quedó patente en un reciente artículo la realidad del estado del Internet de las cosas, y el interés que industrias y organizaciones le están prestando. Quedaría saber, en qué situación se encuentra, frente a esta realidad, la Industria en general, y entornos como el de fabricación, en particular, para entender cómo les afectará, y qué oportunidades existen en esos ámbitos.
La primera conclusión extraíble de todo lo visto hasta el momento sobre Internet de las cosas e Industria, es que los fabricantes buscan en este matrimonio de conveniencia, una arquitectura de red que conecte de forma ágil y amigable los entornos de producción y el negocio, es decir, la planta de fábrica y la estrategia comercial. El objetivo es que, gracias a la tecnología del Internet de las cosas, se puedan tomar decisiones coherentes, acordes, al mismo tiempo, con la demanda del mercado y los recursos disponibles, y hacerlo de forma óptima económicamente.
En ese sentido, Internet de las cosas permite y permitirá transformar el entorno de producción o fabricación de bienes con:
- Mayor convergencia: máquinas, instalaciones y dispositivos conectados agilizarán la comunicación entre la fábrica y las posiciones de mando, mejorando la toma de decisiones;
- Mayor visibilidad: la conectividad de todo permitirá una visión al detalle y de conjunto más precisa en cada eslabón de la cadena, optimizando tiempos, costes y eficiencia;
- Mayor seguridad: la información actualizada de cualquier incidencia permitirá mejorar la seguridad de operarios y máquinas, evitando accidentes y reduciendo tiempos y costes en reparaciones;
Todo ello se traducirá en una serie de ventajas y oportunidades para la Industria, resumibles en:
- Más inmediatez: la convergencia de tecnologías que resultará del Internet de las cosas acelerará aún más los procesos de producción y distribución de bienes, por lo que la sensación que ya ofrece Internet de inmediatez en la información, se trasladará al suministro de bienes y servicios y también, como decíamos, a su creación y puesta en venta;
- Más valor: la conectividad de todo será más relevante y aportará más valor en la medida en que ofrezca información adecuada, a las personas adecuadas, en el momento y modo adecuado;
- Más excelencia y calidad: ese valor de ubicuidad en todos los sentidos, sumado a las mejoras en seguridad y visibilidad de los procesos que ofrece el Internet de las cosas redundará en una mejora de calidad y por lo tanto de la excelencia en la fabricación y suministro de bienes y servicios; a su vez, repercutirá positivamente en la experiencia de compra y satisfacción del cliente;
- Más información: además de la información que ofrecerán las cosas al conectarse, ser receptores y emisores, habrá de sumarse la que aportarán las personas al formar parte de esa red que será el Internet de las cosas; llegará un momento en que las personas serán nodos de internet, que recibirán información pero, a su vez, transmitirán datos claves para la Industria y su desarrollo. La consecuencia será la necesaria convergencia con otras tecnologías como el Big Data, que ayuden a interpretar de forma útil el ingente volumen de datos circulante.
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