La irrupción de nuevos canales de compra y la evolución de los hábitos de consumo, impulsados por el desarrollo tecnológico, marcan el fin de un modelo comercial basado en las ventas en grandes superficies, que durante décadas experimentaron una eclosión tanto en número de establecimientos como en tamaño de superficie.

[bctt tweet=”#Omnicanalidad y los nuevos hábitos de consumo desafían la #supervivencia del retailer” username=”ProdwareES”]

Las empresas del sector, conscientes del pinchazo de esta burbuja, buscan alternativas para abrirse paso en el nuevo ecosistema comercial y garantizar su supervivencia. Estas pasan por la adopción de tecnologías que permitan satisfacer las expectativas del nuevo consumidor digital de retail. Los clientes, que ahora establecen el ritmo de los cambios, exigen procesos de compra más ágiles y experiencias de calidad.

El consumidor actual, más impaciente que nunca, quiere acceder a los productos o servicios cuando los necesita y poder comparar entre las diferentes alternativas de la forma más sencilla y rápida posible. Para no perder tiempo, utiliza el canal que más le conviene en cada momento porque es el que mejor satisface sus necesidades con el coste de tiempo más razonable.

Para adaptarse a los imparables cambios del sector, proponemos estas cuatro estrategias:

Transformar el modelo de negocio

Para satisfacer al cliente y seguir siendo competitivos en un entorno cada vez más complejo, los retailers deben transformar el punto de venta físico. Para ello, es necesario combinar el punto de venta digital con la personalización propia del canal offline. De su capacidad para adaptarse al presente y saber mirar hacia el futuro dependerá su éxito y su supervivencia.

Mejorar la experiencia de cliente

Ofrecer experiencias en tienda que proporcionen un valor añadido, como catas de productos o talleres, y aprovechar las innovaciones tecnológicas (probadores inteligentes, beacons, TPV móvil) resulta indispensables para volver a atraer a los consumidores a los establecimientos.

La unión de ambos factores ayudará a reducir las colas en cajas, a ofrecer nuevas formas de pago y de envío de productos y a proporcionar acceso a una información de valor. En definitiva, a facilitar a los clientes mejores experiencias de compra.

Integrar los canales de venta

La omnicanalidad es en un factor esencial a la hora de diseñar la experiencia de compra y los recorridos de cliente. Pero ofrecer una experiencia homogénea entre todos los canales no solo mejora la satisfacción del cliente, sino que ayuda a simplificar y optimizar la gestión interna. Por ejemplo, integrar las existencias permite evitar roturas de stock y facilita la trazabilidad de los productos.

Para enfrentarse al contra el apocalipsis del retail hay que emprender una compleja transformación que abarca todos los ámbitos de la compañía. Por el contrario, la inacción supondrá la pérdida de competitividad de la empresa y una amenaza para su supervivencia. En este sentido, es aconsejable analizar la situación de la compañía, plantear los cambios necesarios e para implementarlos de la manera más fluida posible.