En el mundo del Retail siguen apareciendo nuevas innovaciones y el objetivo no es otro que los retailers puedan acercarse aún más a los clientes y consumidores y sepan de antemano qué es lo que buscan.
La tecnología ha causado diversos cambios en los hábitos de compra del consumidor, el Internet de las cosas, los dispositivos móviles,… han hecho que la manera en la que comprábamos hace unos años haya dado un giro de 360 grados. Pero se prevé que las cosas no se detengan aquí y la forma en la que compramos siga evolucionando. Una infografía publicada por la BBC, bajo el título Future of Shopping, expone las claves de cómo iremos de shopping en un futuro cercano: el 2024.
Una de estas es la aplicación de tecnologías de reconocimiento facial en el Retail. Así por ejemplo una compañía de San Diego, Emotient, ha desarrollado un software que registra y analiza el humor de las personas dependiendo de una marca y un packaging. El objetivo es observar las expresiones de la cara del consumidor para saber lo que están sintiendo, cómo se siente frente a determinados productos/marcas.
La tecnología de esta empresa es capaz de reconocer no sólo emociones primarias- como la sorpresa o el miedo- sino también otras más complejas como la confusión. Además de reconocerlos, clasifica el estado de ánimo en positivo, neutral y negativo. En palabras de su CEO Ken Denman: “tratamos de construir toda una nueva tecnología sensorial” que “permitiría a las compañías conocer el estado de ánimo de sus clientes y mejorar la experiencia de su servicio, particularmente las ventas”.
Otro ejemplo, un software de reconocimiento facial de la empresa Zoomkube que permitirá a las marcas y tiendas online proponer ofertas y contenido en tiempo real basadas en el comportamiento y apariencia del cliente. Todo ello será monitorizado en tiendas reales a través de unas cámaras de vídeo. De esta manera, mientras el cliente esté enfrente de un monitor, las cámaras captarán su imagen para que después, con ayuda de este software de reconocimiento, se pueda comparar con las miles de imágenes que forman parte de la base de datos. Ello va a permitir a la marca determinar el género, edad y apariencia de un cliente.
Finalmente, aludir a cómo el reconocimiento facial también se está haciendo un hueco en el e-commerce. En concreto para luchar contra el fraude de robo de datos personales y bancarios. En las compras online este es un temor muy extendido entre los consumidores y un freno para este tipo de compras. Por ello ya son varias compañías tecnológicas las que están buscando técnicas o soluciones biométricas capaces de reconocer rostros humanos basados en uno o más rasgos físicos.
Todas estas herramientas, soluciones van a permitir a los retailers no solo mejorar el servicio al cliente, sino también monitorizar e interpretar estados de ánimo y así como consecuencia, personalizar sus experiencias de compras. Como resultado, las ventas aumentarán.
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