Cuando se aborda el asunto del análisis de datos o analítica, y las herramientas disponibles para esta labor, es fácil caer en la confusión, dada su complejidad. De hecho, los mayores retos para los departamentos de IT, y sus proveedores tecnológicos al hablar de ello con Directores Generales o Directores Comerciales son:  por un lado, simplificar el discurso al hablar de analítica o gestión de datos; y por otro, simplificar el uso de las herramientas que lo hacen posible.

La solución pasa, básicamente por identificar primero, y de forma clara, cómo pueden ayudar las soluciones de Business Intelligence a áreas como la comercial, o la Dirección General; generación de nuevos clientes, segmentación de los actuales para impulsar la venta sobre venta,  etc. Y después, simplificar el uso de las herramientas para conseguir dichos objetivos.

Por ejemplo, una de las claves para un área como la comercial es la rapidez, es decir, contar con datos de valor en todo momento, para poder tomar decisiones de forma ágil –qué vender, cuándo y a quién- y acelerar todo el proceso de venta. Esta es una de las cuestiones que pueden abordarse con este tipo de soluciones de análisis que permiten definir, en tiempo real, las características de la demanda, e incluso prever su evolución.

Para ello también es importante disponer de tecnología que ordene la información y la exponga de forma clara y entendible para quienes tomen las decisiones. Por este motivo, las soluciones de inteligencia de negocio convierten toda la masa de información disponible y captada desde múltiples fuentes, internas y externas, en gráficos y tablas que facilitan su comprensión de forma visual y rápida.

Otra de las demandas habituales en departamentos comerciales es contar con herramientas de previsión, para adelantarse a la demanda y que esto sirva como arma comercial. En ese sentido, desde el análisis es posible identificar patrones de comportamiento en la demanda y de este modo adelantarse a sus movimientos futuros.

También se requiere con frecuencia que la tecnología, no sólo ahorre tiempo en tareas mecánicas, sino que descargue de trabajo en otras labores de más valor y le aporte precisión. Por esa razón, ya existen tecnologías capaces de aprender de la experiencia, y por lo tanto, de sustituir a las personas en tareas de análisis, detección y predicción de patrones, o comunicación. Por ejemplo, en el sector del retail, podría permitir el lanzamiento, de forma autónoma por parte de un sistema, de comunicaciones segmentadas para impulsar las ventas de acuerdo a patrones ya detectados.

En cualquier caso, es importante aceptar y reconocer las particularidades de cada organización, sus recursos, su cultura y sus objetivos. Sólo así es posible sacar el máximo provecho a la tecnología que se ponga a su servicio, ya que esta podrá particularizarse y adaptarse a la empresa, y no al revés, como tantas veces se ha requerido.