Tener un acceso permanente e instantáneo a cualquier tipo de contenidos a través de nuestros smartphones o de las redes sociales está generando en muchos usuarios una creciente ansiedad por el miedo a perderse algo relevante. Incluso se ha desarrollado un nombre para definir esta inquietud: FOMO. Traducido del inglés -Fear of Missing Out- sería el miedo a perderse algo.

Esta angustia se está trasladando al tejido de las empresas, que buscan nuevas formas de permanecer siempre conectadas a la actualidad tanto de sus clientes como de su sector y de su competencia. Cada día se generan miles de millones de datos en internet y lejos de detenerse, se está produciendo un aumento exponencial; una sobreabundancia que impide abarcar todos los contenidos disponibles por los medios tradicionales.

[bctt tweet=”Los clientes descontentos con una marca tienen 8 veces más probabilidades de no perdonarla” username=”ProdwareES”]

Según Forrester, los clientes que experimentan una interacción negativa con la marca tienen ocho veces más probabilidades de no perdonar a esa empresa. El riesgo de que la información relacionada con un cliente insatisfecho se pierda en un mar de datos irrelevantes angustia a las organizaciones, conscientes de que un cliente descontento comenta su experiencia negativa a una media de 10 personas. Por realidades como este, las organizaciones están cada vez más preocupadas por controlar todos los contenidos que pueden afectar al futuro del negocio en tanto que influyen en su reputación y en su relación con los clientes.

Estar al día de las novedades del sector, de las recomendaciones y de las críticas publicadas en páginas corporativas, redes sociales o foros se ha convertido en el caballo de batalla de muchas empresas. La aparición de nuevas soluciones de análisis, escucha y captación de datos está transformando la manera de aprovechar el potencial de las redes sociales. Pero en este océano de información, es indispensable optimizar los recursos para llegar a todos los rincones.

Os proponemos dos maneras de detectar y gestionar con eficacia las informaciones relevantes:

Controlar la reputación y descubrir nuevas tendencias

La mayoría de las decisiones de compra se basan en emociones que, a su vez, se construyen sobre los comentarios de otros clientes. A través de la escucha activa se accede a información esencial para analizar el mercado, para detectar tendencias y para estudiar a la competencia. Por otro lado, permite identificar a influencers -que ayuden construir imagen de marca- y a los más críticos -que pueden dañar la imagen de marca. Así es más sencillo gestionar de forma adecuada las interacciones con ambos.

Acceder a toda la información en las redes social

El perfilado social o social login va un paso más allá. A primera vista, es un sistema de registro y acceso a áreas privadas de páginas web a través de los perfiles de usuarios en las redes sociales. Por sí mismo, proporciona rapidez, seguridad y sencillez para los clientes. Sin embargo, para las empresas supone una rica fuente de información ya que pueden acceder a los datos publicados en los perfiles sociales (preferencias, intereses, datos demográficos, etc.) que resultan especialmente útiles para el diseño de campañas de marketing más efectivas.

Gracias a la escucha activa y el perfilado social, las empresas pueden acceder y trabajar con un mayor volumen de datos para obtener una visión 360 grados del cliente. Ambos sistemas permiten gestionar con agilidad posibles crisis de reputación, atender mejor al consumidor y conocer la evolución de sus gustos y necesidades con el tiempo. Para fortalecer la estrategia de redes sociales de las compañías y sacarle el máximo partido a su inversión es recomendable apoyarse en la última tecnología de escucha y perfilado social.