Para lograr una fuerte posición frente a la competencia, las empresas han de aprovechar cada minuto de trabajo y lograr el máximo rendimiento de que cada interacción con el cliente. Incrementar la productividad de los directores de área, de los agentes comerciales, de los contables y, en general, de los empleados permite mejorar la experiencia de cliente y el rendimiento de la empresa.

Sin embargo, estas aspiraciones aún están lejos de cumplirse. Un estudio económico reciente de la OCDE alertaba del bajo crecimiento de la productividad en España frente a otros países de nuestro entorno, como Francia o Alemania, y de la escasa inversión en innovación. Dos factores que lastran la recuperación del país.

Te mostramos cuatro errores comunes que comenten las empresas y que impiden la mejora de la productividad.

No formar a los empleados

Muchas veces, las organizaciones dan por hecho que sus empleados conocen todas las herramientas de trabajo. Pero esto no siempre es así. Unas veces tienen unos conocimientos básicos y otras ignoran completamente su funcionamiento, lo que les obliga a aprender sobre la marcha sin llegar a profundizar realmente en la utilidad que puede aportarles para su trabajo diario.

Por ello, no invertir el tiempo y los recursos necesarios en enseñarles el manejo de las nuevas tecnologías limita sus capacidades de trabajo y les impide sacar el máximo partido a todas las herramientas. En cambio, mantener a los empleados siempre al día ofrece a la empresa una gran ventaja competitiva.

Utilizar sistemas aislados

Trabajar con herramientas desconectadas incapaces de integrarse entre sí supone uno de los mayores frenos para el crecimiento de tu empresa. Los dos principales motivos son los siguientes: cambiar continuamente de aplicación hace perder el tiempo a los empleados y aumenta el mayor riesgo de cometer fallos.

Afortunadamente, ya existe soluciones de gestión empresarial que se conectan entre ellas para hacer más sencillo y ágil el desarrollo de acciones cotidianas. Generar pedidos o facturas desde un programa para enviarlo desde otro o tratar hojas de datos desde una plataforma y generar informes y presentaciones desde otro son dos ejemplos de ello.

Quedarse estancado

Este es, sin duda, el mayor error que puedan cometer las empresas. Pasar de la máquina de escribir al ordenador o del fax al correo electrónico fueron dos grandes avances para agilizar el trabajo de oficina. Pero no podemos quedarnos ahí.

La velocidad a la que se mueve la tecnología en la actualidad nos obliga a estar siempre ojo avizor para descubrir qué nueva invención podemos aplicar en nuestra compañía. En muchas ocasiones, esto ya no es una cuestión de crecimiento o desarrollo, sino de supervivencia y sostenibilidad. Si yo no incorporo una determinada mejora, mi competencia lo hará. Hablamos de modelos de trabajo en la nube, de analítica predictiva, de IoT, etc.

Si quieres descubrir los pasos necesario para luchar contra los enemigos de la productividad, consulta el whitepaper “Reinventa la productividad empresarial con Microsoft Dynamics 365 y Microsoft Office 365”.