Mejorar los procesos de negocio para satisfacer a los clientes y aumentar las ventas es uno de los grandes propósitos de año nuevo para las empresas. El desarrollo tecnológico y la aparición de nuevos métodos de trabajo transforman nuestra manera de entender la productividad empresarial y la llevan a un nuevo nivel que pone al alcance de las compañías la consecución de esta aspiración.

[bctt tweet=”La tecnología y las nuevas formas de trabajo transforman la #productividad empresarial” username=”ProdwareES”]

Para evitar los errores del pasado y luchar contra esos hábitos que frenan la productividad en las empresas, es importante dar un paso adelante y transformar el modo en que trabajamos y gestionamos nuestros recursos. A continuación, presentamos cuatro principios esenciales que definen a la nueva productividad:

Flexibilidad

Las empresas son ecosistemas en continua evolución. En unas ocasiones crecen y en otras se repliegan a la espera de nuevas oportunidades. Pero siempre necesitan que su entorno y sus recursos (administrativos, tecnológicos, humanos, financieros, etc.) se adapten a las circunstancias.

Durante mucho tiempo, la rigidez ha impedido el crecimiento o la supervivencia de las organizaciones. Nos encontrábamos los dos extremos: unos recursos sobredimensionados o insuficientes. Afortunadamente esto ha cambiado y ahora existen opciones que evolucionan en paralelo a las necesidades de la empresa.

Sencillez

Simplificar y automatizar los diferentes procesos de la empresa, suprimir la duplicidad de tareas, gestionar el trabajo desde un único entorno centralizado y disponer de una visión global del estado del negocio suponen una nueva forma de entender la organización de las empresas.

Esta nueva mentalidad permite optimizar el tiempo y los recursos disponibles reduciendo los obstáculos que muchas veces impiden centrarnos en nuestro trabajo y dificultan el desarrollo de ideas alternativas y más innovadoras. La sencillez de los procesos nos proporciona tiempo para dedicarnos a las cosas realmente importantes de nuestro trabajo.

Autonomía

La nueva concepción de la productividad empresarial entiende la autonomía en dos ámbitos:

  • Personal: Capacidad para trabajar de manera autosuficiente para depender lo menos posible de otros. Este aspecto está muy relacionado con la sencillez. En la medida en que nuestros recursos sean accesibles para perfiles con diverso grado de especialización, habremos logrado este tipo de autonomía. Por ejemplo, si puedo crear una presentación interactiva sin necesidad de consultar a un técnico.
  • Espacial: Disponibilidad para trabajar desde cualquier lugar. Las últimas innovaciones en tecnologías de la comunicación y la información (dispositivos portátiles, servidores cloud, herramientas colaborativas, etc.) derriban las fronteras espaciales y permiten a los profesionales llevarse la oficina consigo a aquellos entornos donde se siente más inspirados para trabajar.

Colaboración 

Este elemento no solo resulta imprescindible para garantizar una autonomía espacial, sino para eliminar los silos de información y trabajo que en muchas ocasiones han impedido el desarrollo de proyectos o han reducido el alcance de iniciativas dentro de las organizaciones.

Eliminar las barreras al conocimiento, compartir información y recursos, mejorar los sistemas de comunicación, facilitar el trabajo efectivo en equipo y permitir el acceso a los datos de valor son algunas de las ventajas que proporciona esta nueva perspectiva colaborativa por la que cada vez más empresas apuestan.


Si quieres conocer otras formas de transformar tus procesos de negocio y mejorar la eficiencia de tu equipo para impulsar el crecimiento de tu empresa, accede a nuestro último informe sobre la reinvención de la productividad.