La supervivencia de las empresas en un entorno altamente versátil y competitivo depende de su capacidad para adaptar sus estrategias de forma proactiva a los cambios y adelantarse a las nuevas tendencias. Es decir, para producir y gestionar conocimiento de manera innovadora. Por ello, la información se está transformando en un valioso activo para las organizaciones.

En este contexto, cada vez cobra mayor importancia la inversión en tecnologías de la información. Esto se intensifica en el caso de la inteligencia de negocio, cuya función es proporcionar información relevante para la toma de decisiones en la empresa. Para ello obtiene, procesa y presenta datos mediante el uso de diversas tecnologías, desde sistemas de extracción del Big Data a soluciones de analítica de negocio o herramientas de visualización de datos.

El éxito de una estrategia de inteligencia de negocio depende de dos factores: las capacidades analíticas de sus sistemas, que están en continua evolución; y la habilidad de crear e interpretar los datos. Los sistemas BI actuales son el resultado de una evolución de las herramientas de informes, que paulatinamente ha ido incorporando el análisis, el seguimiento y la predicción. Es esta última la que ofrece un verdadero salto cualitativo.

Gráfico de la evolución de la inteligencia de negocio

Más conocimiento para toda la organización

El hecho de que las empresas tengan cada vez de más datos, no implica un mayor acceso a información de negocio relevante. Pero sin un sistema de gestión potente que los ordene y los contextualice, no servirán de nada. La inteligencia de negocio es la estrategia que permitirá transformarlos en conocimiento útil para la toma de decisiones. El proceso consiste en localizar, extraer y almacenar datos de clientes, empleados, procesos, departamentos, bases de datos, aplicaciones, etc.

El objetivo final de una estrategia de inteligencia negocio es ayudar a la empresa a alcanzar un nivel de conocimiento más profundo para, por ejemplo, detectar patrones de comportamiento del mercado, de los clientes o de la competencia. Un segundo paso será detectar amenazas y oportunidades para anticiparnos, algo que permiten los sistemas de analítica predictiva.

Pero las nuevas soluciones de analítica no solo se caracterizan por incluir funcionalidades más completas sino por su alcance: ahora involucran más áreas de la organización. Ya no se localizan en la dirección, sino que su uso se generaliza a todos los departamentos. Esta penetración se ha logrado gracias al desarrollo de interfaces más sencillas y accesibles y de aplicaciones móviles y de escritorio personalizables.

Desde marketing a finanzas, ventas o recursos humanos, el uso de herramientas de análisis de datos permite tomar la decisión correcta en todos los departamentos de la empresa. Por ejemplo, a la hora de crear campañas de marketing, analizar la situación del mercado, estudiar las necesidades internas de la empresa y los recursos disponibles, etc. Con la inteligencia de negocio es posible maximizar el rendimiento de la compañía para obtener una mayor ventaja sobre la competencia y mejorar los números de la empresa.