En los últimos años, el fenómeno Black Friday se ha generalizado en el comercio español impulsado especialmente por las grandes cadenas y por las tiendas online. De hecho, se espera que la facturación crezca en torno al 9%, lo que supone 1.4 millones de euros, según Black-Friday.sale, y una recaudación superior al 25% de las ventas de noviembre. Miles de consumidores aprovechan esta promoción, importada de Estados Unidos, para buscar importantes descuentos en artículos de moda, electrónica, cosmética o decoración.

[bctt tweet=”La recaudación del #BlackFriday puede suponer un 25% de las ventas de noviembre.” username=”ProdwareES”]

Aunque supone una verdadera oportunidad para impulsar las ventas en el sector, fidelizar al cliente y mejorar la imagen de marca, el Black Friday también plantea importantes desafíos en términos de gestión y de logística. Resistir al incremento de la demanda exige una buena estrategia de organización para reforzar los sistemas informáticos, mejorar la atención al cliente y planificar bien el stock y los envíos.

Para preparar con éxito la campaña y obtener el máximo beneficio, los retailers deben hacer frente a un gran número de factores. A continuación, te presentamos las cuatro áreas donde más cojean y cómo gestionarlas de manera adecuada.

Servidores

Durante el periodo de promoción, se producen importantes picos de tráfico tanto en la página web como en las aplicaciones móviles. Para evitar que esto interrumpa la navegación, y las compras, hay que fortalecer el sistema de manera que nos aseguremos de que funcionará sin interrupciones. Otra alternativa interesante consiste en utilizar servidores en la nube. Ofrecen mayor flexibilidad para adaptarse a periodos de mayor exigencia y garantizan la máxima seguridad siempre que estén alojados en entornos que cuenten con certificaciones.

Aprovisionamiento

Para atender la avalancha de compras que se produce en el Black Friday es necesario disponer de suficientes existencias y gestionar con precisión el aprovisionamiento. Si se produce una rotura de stock, no solo perderás una venta, sino que frustrarás a tu cliente y le empujarás en brazos de la competencia de donde es posible que no regrese. Si quieres evitar esto y conseguir los mejores resultados, no escatimes esfuerzos ni recursos en planificar el suministro y utiliza herramientas para predecir la demanda.

 Envíos y entregas

Una correcta planificación del aprovisionamiento debe ir acompañada de una buena estrategia de envío y entrega de producto. Aquí entran en juego las estrategias de logística. Garantizar un buen servicio implica controlar todas las fases, desde la preparación del pedido a su distribución, algo que se vuelve más complejo cuando se producen incrementos de la demandas que amenazan con saturar los sistemas de mensajería y retrasar los envíos.

Atención al cliente

Si hay algo que entra en juego a lo largo de todo el proceso es la experiencia de cliente y, dentro de ella, la atención que reciben. Un aumento del tráfico no tiene que significar una reducción en la calidad de las interacciones con el consumidor. Esto, como los puntos anteriores, puede suponer la migración del cliente hacia la competencia. La multiplicación de canales (correo electrónico, redes sociales, formularios web, teléfono, etc.) dificulta la gestión. Para simplificarla existen herramientas que unifican todos los canales en una única plataforma para ofrecer una respuesta integral.